La leyenda, "The Gunslinger", el hombre que ha resurgido de las cenizas...en varias ocasiones.
Brett Lorenzo Favre nació en
Gulfport, Mississipi. ¿Alguien sabe dónde es eso? Y a nadie le importa en realidad. Este hombre de acero comenzó a jugar al futbol americano de

sde pequeño para el
Hancock County School District, donde su padre,
Irvin Favre (1945-2003), fue su
coach desde muy pequeño hasta los años de preparatoria. Favre jugó además de la posición de
QB, como pateador de despeje y
safety, entre otras.
La única beca que consiguió para estudiar Educación Especial mientras jugaba al fútbol fue en la
Universidad del Sur de Mississipi, en donde desde su primer año comenzó a ganar partidos, llamando la atención del "Señor Futuro". A lo largo de su carrera universitaria impuso sus primeros récords en
Southern Miss: más jugadas, más yardas ganadas por pase, más pases completos y más intentos de pase. También impuso el récord de más touchdowns conseguidos, pero fue roto por Lee Roberts posteriormente.

El
Draft de 1991 fue el comienzo de la historia del invencible Brett, cuando los
Falcons de Atlanta lo eligieron en la segunda ronda (
pick 33). Con este equipo, que pasaba por una mediocre época en la década de 1990, Favre fue contratado por tres años y
$1.4 millones de dólares y en total lanzó cuatro, sí, ¡Cuatro! pases con los Falcons, dos de ellos fueron interceptados y dos más incompletos...gran inicio. Con razón el coach
Glanville decidió que era buena idea traspasarlo a donde fuera, menos ahí. Imagino que hoy día la mamá del
coach es la persona que más recuerdan los seguidores de los Falcons.
A pesar de ser diagonisticado con la misma enfermedad que
Bo Jackson al ser traspasado a los
Green Bay Packers en 1992,
Ron Wolf decidió que Favre podía jugar. Primera buena decisión de este relato. Entonces, Brett comenzó a jugar como los grandes. En un equipo que ha est

ado en la liga desde siempre, en un equipo con historia, grandes rivalidades, cuna del mismísimo
coach Lombardi y de grandes jugadores de todos los tiempos. Como
QB, Favre se ganó el respeto de toda la ciudad en los 16 años que jugó sin una sola interrupción. Como coequipero, siempre fue el oráculo de sabiduría y energía positiva en los vestidores, como tutor, su legado permanece y si no, basta preguntarle a
Aaron Rodgers, actualmente el
QB con mejor
rating de la liga.
En
1993, como agente libre, el mismo Wolf volvió a darle a un contrato a Favre, esta vez por cinco años y
$19 millones de dólares, mismos que se verían reflejados en dos temporadas de
playoffs y una lista interminable de triunfos del equipo y logros personales.
En
1995, Favre ganaría el primero de sus
tres premios como
MVP de la liga. En
1996, ya todo un veterano lleno de experiencia...y golpes, salió a la luz su adicción al
Vicodin, lo cual lo llevó a 46 días en rehabilitación durante el
off-season. Era eso o una multa de
$900,000 dólares. Valió la pena el descanso.
Todo esto llevó a la temporada de 1996, donde los Packers finalizaron con un récord de 13 victorias y 3 derrotas. Venció a los
49ers y a los
Panthers en la postemporada y arribó al
Super Bowl XXXI con grandes esperanzas. Su primer anillo estaba en la mesa, sólo había que vencer a los
Patriots para obtenerlo.
Rison,
Sharpe y él mismo anotaron para conseguir un marcador de 35-21 sobre sus rivales. El siguiente año regresaron a la fiesta máxima y fueron derrotados por
Elway y sus muchachos.
Tal vez el día más memorable de toda su carrera, el 22 de diciembre de 2003. En lunes por la noche, un día después de que su padre falleciera de un infarto al corazón, salió a la cancha y venció a los
Raiders a domicilio dedicándole cada pase, cada punto y cada jugada a su primer coach, amigo, y mentor. Los fanáticos de
Oakland, mejor conocidos como "
The Raider Nation" lo despidieron con cánticos y aplausos a pesar de haber derrotado a los malosos por amplio marcador. El sentimiento era tanto que se convirtió en una noche de drama y emociones a flor de piel. Entre muchos otros eventos personales desafortunados como la muerte de su hermano, la enfermedad de su esposa y la destrucción de su propiedad en Mississipi por el paso del huracán Katrina, Favre siempre mantuvo un nivel excepcional de juego, y los Packers siempre le agradecerán los años que pasó ahí, a pesar de haberlo abucheado en 2009 cuando entró a Lambeau por el túnel contrario y vestido de morado. Más de este tema más adelante.
"Favre se retira"

decían los encabezados al finalizar la temporada de 2007, su último partido de temporada regular se llevó a cabo en el
Soldier Field, y a pesar de la eterna rivalidad entre la "G" y la "C", los fanáticos de los Bears le dieron una gran ovación, bien merecida. Perdió la ronda divisional de la postemporada contra los
Giants, quienes ganarían el
Super Bowl a los
Pats. Los Packers decidieron que no renovarían el contrato del número 4.
Después de las lágrimas y las despedidas, Favre se fue a casa, pero antes de comenzar la temporada
2008, decidió tomar unas "vacaciones" de su retiro y firmó contrato con los
Jet
s, en donde tuvo una temporada de nueve victorias y siete derrotas. Siendo lo más destacado de su paso por
New Jersey la victoria contra los invictos
Titans y lo más trágico la derrota contra los
Dolphins, que irónicamente tenían a
Chad Pennington como titular tras haberlo traspasado para hacerle espacio a Favre en la alineación de los Jets. En febrero de 2009, Favre anunció su retiro...otra vez del fútbol americano profesional.
La oportunidad de venganza llegó antes de que comenzara la temporada
2009, cuando el entonces coach de los
Vikings,
Brad Childress insistió en contratar a Favre

por al menos un año más. El 18 de agosto de 2009, Favre se

convirtió oficialmente en un Vikingo y sabría que tendría que enfrentar a los Packers al menos dos veces en ese año, y por lo menos una vez en Green Bay. Gracias a su buen desempeño y el apoyo de
A.P., Sidney Rice, Percy Harvin y Visanthe Shiancoe, Favre tuvo una temporada memorable. Los Vikings finalizaron la temporada regular con un récord de
14-2 y todo estaba listo para los últimos playoffs de Favre. ¿O no? Triunfó ambas veces en contra de Green Bay, barrió con la división
Norte de la NFC y en enero estaban a un paso del
Super Bowl XLIV. Sólo
Sean Payton y los
Saints de New Orleans quedaban entre Favre y su segundo trofeo Lombardi. Y fue la calle de Bourbon en donde se llevaron a cabo los festejos. Los Saints apalearon tanto en puntos como en golpes a los Vikings. Favre terminó la temporada con necesidad de otra operación en el
tobillo y quedaría en duda su regreso en
2010.
"
The Favre Watch" duró hasta agosto, y todavía en septiembre a escasos días del primer partido de temporada regular su situación no era segura, y decidió regresar y portar el casco cornudo una vez más. Y lo hizo muy mal, golpeado, interceptado, contusionado y confundido, Favre terminó la temporada sin Childress y con un récord de
6-10, ocupando el tercer lugar de la NFC Norte y lejos, muy lejos de la postemporada. Por el bien de todos, espero que esta haya sido su triste despedida. Triste por que se podía ver en su rostro en cada jugada fallida, una mirada de desolación, desesperación y frustración por primera vez, estaba en un emparrillado en el que no tenía nada que aportar.
Así que 20 años, una docena de intervenciones quirúrgicas e infinidad de récords después, Favre se ha despedido. Superó a
Montana, a
Marino, a
Young, a
Unitas, a
Namath, a
Elway, a sus contemporáneos,
Manning, McNabb, Brady, Hasselbeck, Warner y demás
QB's en casi todo. Pero lo recordaremos por su racha de
297 partidos consecutivos, sus
508 touchdowns, su liderazgo, su fortaleza y por dejar su alma (metafórica) y su cuerpo (literal) en la cancha.
Ficha técnica:
- 6,300/10,169 pases completos
- 62% pases completados
- 71,838 yardas
- 7.1 yardas promedio por pase
- 508 TD
- 336 INT
- 525 sacks
- 166/73 balones sueltos/perdidos
- passer rating: 86.0